Imagen ilustrativa.
No son pocas las veces que hemos visto o leído una historia sobre una persona que le salva la vida a otra cuando le muerde una serpiente. El mito popular dice que el "héroe" debe chuparle la mordedura a la otra persona para extraer el veneno. No obstante, aunque es un acto dramático, la ciencia dice que no funciona.
Al parecer, hay todo un proceso para salvar a alguien que ha sido mordido por una serpiente que no funciona en absoluto. Se supone que uno tiene que poner un torniquete en la parte del cuerpo donde está la herida, realizar una incisión con una navaja o algo parecido sobre la herida y luego chupar el veneno. En realidad, todo esto puede causar aún más problemas.
Lo más importante que hay que saber es esto: es imposible succionar el veneno porque este se extiende por el cuerpo tan rápidamente que cualquier cantidad que puedas extraer no hará ninguna diferencia.
Además, si cortas y chupas la herida de la otra persona, se pueden incrementar las posibilidades de infección de la herida. También es posible causarse daño a uno mismo por intentar ser el héroe, ya que algunos venenos rompen las proteínas que forman tejidos y fibras musculares.
Utilizar un torniquete tampoco es buena idea. Elimina el flujo de sangre a esa área del cuerpo, lo cual significa que el veneno se concentra en una extremidad. En una situación delicada, la persona podría perder una extremidad de su cuerpo por eso.
Ahora que hemos establecido que chupar la herida es malo, ¿qué debes hacer si a alguien le muerde una serpiente?
- No tocar la herida y busca atención médica.
- Quitarle a la víctima ropa apretada, si la tiene.
- No darle a la víctima alcohol o cafeína.
- No darle a la víctima ningún tipo de droga o medicamento.
- Tomar nota de la apariencia de la serpiente para que se lo puedas describir a los médicos.
Algo más que se puede hacer es informarte sobre las variedades de serpientes que hay en el área que vas a visitar. En general, las serpientes venenosas dejan una herida con dos pinchazos, mientras que las no venenosas dejan una herida en forma de herradura.